A las 14:55, Álex Quiñónez vivirá su gran momento en la final de 200 metros
Redacción - Manuel Toro | ESMERALDASRelacionadas
En La Guacharaca, el barrio esmeraldeño donde vive la familia del atleta esmeraldeño Álex Quiñónez, se han colocado pantallas gigantes. Doña Anita, mamá del deportista, quiere vivir los escasos segundos de la carrera junto a sus vecinos.
Quiñónez será el único atleta sudamericano que competirá este jueves, desde las 14:55 de Ecuador, en la final de los 200 metros en los Juegos Olímpicos Londres 2012, junto a renombrados competidores, como el jamaiquino Usain Bolt.
Álex fue entrevistado hoy en Radio City (89.3 FM en Guayaquil). Contó que muchas personas lo han llamado por teléfono, él no ha respondido a algunos porque necesita concentración para buscar una medalla ante siete corredores, que son los más veloces del mundo.
Ayer, en semifinales, donde corrió junto a Bolt, llegó a la meta en 20 segundos y 37 centésimas.
Tras el logro, el Ministerio del Deporte le ofreció la entrega de una vivienda en su provincia natal.
Aunque tiene cuenta Twitter, Quiñónez no la maneja por el momento, lo hace un amigo. Sin embargo, recibió el apoyo de otras figuras del deporte nacional, como el exmarchista y medallista olímpicoJefferson Pérez, quien le dijo que ponga su fe en Dios en busca del triunfo.
Hoy, el futbolista Antonio Valencia le deseó suerte en esta red social y le agradeció por llevar el nombre de Ecuador en alto.
Ambiente de fiesta en Esmeraldas
Hay intenso movimiento en la casa donde vive Quiñónez. Nunca antes los habitantes del barrio La Guacharaca, un sector marginado de la ciudad de Esmeraldas, había tenido la visita de tantos periodistas y autoridades.
Al medio día de ayer, técnicos de Termoesmeraldas, instalaban carpas y una pantalla gigante en las afuera de la vivienda de Anita Quiñónez, madre de Álex.
Temprano, ella dijo que quería ver el triunfo de su hijo en el barrio, junto a sus amigos y vecinos. La víspera, la mujer estuvo en las oficinas de la Zona Uno del Ministerio del Deporte. Ella atendía las llamadas de varios medios, nacionales e internacionales. Se daba tiempo para revisar el menú que va a cocinar este día para los trabajadores de la Secretaría de Estado. “Tengo que trabajar, tengo que darles la comida”, dijo.
En medio de su atareo, se acerca al cuadro donde está la figura de la Virgen de Guadalupe. Se encomienda a ella y le pide que a su hijo le vaya bien. En la casa hay muchos niños. Katiuska, la única hermana de Álex está más nerviosa que todos. No deja de hablar por el celular, atiende llamadas y dice que no ha podido dormir bien.
En el barrio también empiezan a llegar las autoridades locales. Todos quieren estar ahí junto a la familia de Álex.
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